dilluns, 20 de gener del 2025

Germinal Vidal. Una exploració... (II. Annex)

 

Preparant el que ha de ser tercer post d’aquesta sèrie, topo per casualitat amb un article d’opinió de Germinal, «En el puerto de Barcelona.- Frente Único, camino de victoria»,* que em penso que no puc passar per alt i que, per la data de publicació, hauria d’haver inclòs en el post anterior: d’aquí l’annex del títol. (N’hi deu haver d’altres, però caldria buidar tots els números de la premsa vinculada o afí al BOC i al POUM, de 1931 a 1936, per comprovar-ho). Hi sosté que els conflictes i els enfrontaments entre obrers portuaris, atiats per la burgesia, han deixat seqüeles greus. I que per fer front a les condicions laborals adverses del moment, les llistes negres i l’explotació, cal la unitat d’acció dels treballadors. Aquí en teniu la transcripció:

Están en la memoria de todos los trabajadores los conflictos del Puerto. Luchas entre obreros, batallas y energías que se perdieron por unos y otros.
Las consecuencias han perdurado hasta ahora; la clase obrera paga muy caras sus equivocaciones.   El Puerto tiene unas especiales condiciones de trabajo diferentes de todas las industrias. La burguesía portuaria además de todos los resortes que tienen sus hermanas posee algunos de un valor excepcional. Le es posible por medio de encargados y de preferidos en la contratación, tener un ejército de adictos y soplones entre los mismos obreros, que encizañando las divergencias, agudizando los resentimientos, le hacen el juego a la perfección.
El honrado trabajador que ve sus necesidades no cubiertas, que ve las condiciones conseguidas en otros tiempos a través de luchas, burladas, se siente rebelde, pero a su lado tiene quien le “demuestra” que los culpables de todo son otros obreros y aquel malestar que se transformaría en tener una clara visión de la realidad, en un empuje de clase formidable, ha producido por el contrario enemistad entre camaradas de explotación y privaciones.
El panorama actual. Trabajo pesado, reducción de personal, inexistencia en la realidad de las limitaciones de sección, trabajo bajo lluvia y nieve, interpretación arbitraria de las leyes sociales, boicot a los que se significan en las luchas.
Pero parece que ha llegado también su hora al Puerto. Por las estibas y las bodegas ya se oyen voces esperanzadoras. El frente único como solución va recogiendo adeptos, captando voluntades. Se recuerda en conversaciones al conflicto de Gas y Electricidad, al de los trabajadores mercantiles. ¡Oh, magnos precedentes, cuánto ayudáis!
Van alzándose las conciencias de los trabajadores no pasados al enemigo.
Se grita ya allí entre blasfemias. Hay que salir de la modorra imperante, librarse de los tutelajes interesados. Delimitación de campos, o con nosotros los trabajadores, o al lado de nuestros explotadores. En toda batalla, los que se colocan entre dos fuegos, han de ser y son los primeros en caer.
Paso a la nueva modalidad de lucha, saltemos los intereses de secta o de grupo; la clase trabajadora está por encima de todo y no admite monopolio.
Que nuestros dirigentes se hagan eco de estas voces, de estas ansias de no perder energías luchando con obreros, sino de aunarlas todas contra el enemigo común, que sepan representarnos y ser dignos de nuestra confianza, si no serán desbordados. La clase obrera cumple sus amenazas.
Contra una burguesía fuerte y astuta solo es posible triunfar con la formidable arma de la unidad de acción.

En el Puerto, sabremos realizarla, sabremos imponerla.

                                                                                                                              Germinal VIDAL

 

*  La Batalla, núm. 186, 26 de maig de 1934, p. 2.

 

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